XYZ es una distribuidora que en una integración vertical ha adquirido a su proveedor principal y ha fusionado las compañías, con todo lo que ello supone. Como medida de integración organiza jornadas conjuntas de miembros de ambas empresas.
En esta ocasión y, en jornada laboral, ha planificado trabajo en equipo. Se están adecuando nuevas instalaciones y van a proceder a montar conjuntamente puestos de trabajo en oficinas.
Andrea es técnico de control de calidad en la empresa adquirida, mientras que Mario desempeña tareas de captación de nuevos clientes en XYZ. Andrea es analítica y cautelosa, le gusta hacer las cosas bien a la primera. Mario es entusiasta, optimista, vital y está lleno de energía.
Andrea y Mario han sido asignados como montadores de las mesas del departamento de contabilidad de proveedores. 5 puestos de trabajo. Para facilitar la tarea se han comprado kits de montaje y están ellos dos solos en el área junto con las cinco referidas cajas.
Según vieron las cajas Mario dijo:
- Adelante, tiempo de trabajar, a la vez que se abalanzaba sobre una de las cajas.
- Espera un segundo, tenemos que comprobar todo antes de empezar, replicaba Andrea mientras las inspeccionaba con detalle, una a una, comprobando que no estuvieran golpeadas
- Que están bien, ¿no lo ves? Venga, empecemos le decía Mario impaciente
No todo el mundo tiene la misma reacción ante la misma tarea, tenlo en cuenta si lideras. Tuitea esta frase
Para ambos era la primera vez que se enfrentaban a montar puestos de oficina. Mario estaba deseoso de probar una experiencia nueva. A Andrea aquello no le ilusionaba tanto.
- Mario, ¿te importa si yo dirijo el montaje de la primera mesa?, preguntó ella temerosa
- Me pongo a sus órdenes, jefa, dijo él con gracia.
Parsimoniosamente Andrea abrió la caja, buscó las instrucciones, desplegó completamente la hoja que estaba doblada y comenzó a leer.
Mario miraba la escena a punto de un ataque de nervios, pero no decía nada.
- Aquí está, no lo encontraba, dijo Andrea mientras señalaba una lista con los materiales que debían venir dentro de la caja. Comprobemos que está todo.
- ¿QUÉ HAGAMOS QUÉ? No pudo reprimir un grito Mario
- Comprobar que está todo, venga me vas diciendo las piezas y yo las busco
- ¿Qué quieres decir? Claro que está todo, esto es de un proveedor fiable y seguro que no falta nada. Déjate de tonterías y vamos a empezar
- Habíamos quedado en que yo dirigía. Comprobemos, por favor.
Mario iba cantando las diferentes piezas y Andrea, con mucho detalle verificaba que todas estaban allí, abriendo las bolsas con los tornillos, abrazaderas, tirafondos y similares y contando uno a uno que no faltara nada. Él hubiera preferido estar cuidando de un rebaño de cabras en la sección de fruta y verdura de un hipermercado más que contemplando esa escena.
Por fin acabaron. Tal y como Mario había predicho, todo estaba correcto.
- Perfecto, dijo ella, leamos las instrucciones con detalle y comencemos, así no habrá sorpresas
- ¡¡¡¡¿LEER LAS INSTRUCCIONES? ¿SORPRESAS? !!!! exclamó Mario, pero si es una mesa, he visto cientos de ellas.
- Sí, pero vete tú a saber, además habíamos dicho que yo dirigía ¿no?
Aquella decisión de dejarle dirigir a ella le iba a costar más de lo que él había supuesto. Protestó algo más, pero acabó aceptando ser quien leyera las instrucciones y fuera pasando las diferentes piezas a Andrea para que hiciera el montaje. Respiraba profundamente cada vez que lo hacía.
Hay veces que aceptar una propuesta sin valorarla adecuadamente, nos puede salir muy caro Tuitea esta frase
Paso a paso, pieza a pieza, todo hecho con exasperante precisión desde el punto de vista de Mario, la mesa tomaba forma.
- Ya está, a por la siguiente, se entusiasmó él.
- Espera, espera, no cantemos victoria tan pronto, replicó ella mientras comprobaba que las cuatro esquinas tenían exactamente 900
Tras unas cuantas comprobaciones más, Andrea dijo
- Ahora sí, podemos dar por concluida esta primera mesa. Es sólida y está bien montada.
- No me cabe duda alguna, dijo Mario sin excesivo entusiasmo.
El montaje de la siguiente mesa sería dirigido por él. Rápidamente abrió una de las cajas, desechó las instrucciones, comenzó a diseminar tablas, herramientas y tornillería por la zona y comenzó a montarla.
Andrea echó mano de las instrucciones de la mesa anterior y decía:
- No, no, espera, que eso no se pone todavía. Además, no has comprobado que no falte nada. Creo que es mejor que esto vaya primero.
Pero cada instrucción que daba ella llegaba siempre dos pasos tarde, los que ya iba por delante Mario, que a pesar de lo que hubiera podido parecer había aprendido del anterior montaje cómo se realizaban las cosas.
Tuvo que deshacer algo de lo montado alguna vez y cuando pensaba por primera vez que había acabado se dio cuenta de que quedaban piezas en el suelo que no había puesto. Rápidamente desmontó y encontró donde colocarlas. Ahora quien prefería estar con el rebaño de cabras en el hipermercado era Andrea.
Le llevó la mitad de tiempo realizarlo.
Andrea negaba con la cabeza.
- Esto no es forma de trabajar. Lo has hecho bien y rápido, pero sin ningún control, has acabado en la mitad del tiempo, pero podría haber sido el doble y además podría estar mal montada, poco consistente e incluso coja.
Mario se apoyó en la mesa, la zarandeó y dijo:
- Está perfecta y no cojea. No se puede perder tanto el tiempo. A veces en la vida hay que tomar ciertos riesgos.
- Me has hecho sentir mal, dijo ella. No has contado para nada conmigo y lo has hecho exactamente en modo contrario a como se realiza.
- Lo mismo opino yo de lo que ha sucedido en el primer montaje. Me he limitado a leer instrucciones mientras lo realizabas tomando unas precauciones excesivas y que nos han hecho perder mucho tiempo.
No se conocían, aun así, fueron capaces de mantener una conversación algo más profunda y darse cuenta de que cada uno de ellos aportaba aspectos de los que el otro carecía y que trabajando de forma conjunta podrían realizar la tarea con mayor seguridad y en menos tiempo. Acordaron ciertos aspectos y decidieron realizar la tercera mesa desde un punto intermedio a lo que habían realizado
- Entonces tiramos las instrucciones y nos ponemos a trabajar, ¿vale? Preguntó Mario.
- Adelante, estoy preparada, respondió ella.
- Perfecto y sin contar todas las piezas primero.
- Tampoco te pases, no estoy preparada para tanto, dijo Andrea riéndose a carcajadas
Cuando no estés de acuerdo con algo, lo mejor es exponerlo clara y asertivamente. Tuitea esta frase
Esta historia nos hace ver como el liderazgo no puede llevarse a cabo de igual manera para todo el mundo. Hay una frase por internet, adjudicada a Einstein que dice
“si juzgas a un pez por su capacidad de subirse a un árbol siempre pensará que no vale para nada” Tuitea esta frase
Tenemos que ser conscientes de ello, tenemos que darnos cuenta de los talentos de cada uno de los miembros de nuestro equipo y ayudarle a desarrollarlos. Si juzgamos a otros por nuestra capacidad o modo de hacer algún aspecto determinado estamos desaprovechando un gran potencial para nuestro equipo.
Además, al realizarlo estamos “atacando” directamente a su persona, a su modo de ver el mundo. Debemos aceptar que hay otro modo de hacer las cosas y no tiene por qué ser peor.
Habitualmente combinar capacidades de análisis con capacidades de acción, capacidades de control con capacidades improvisación suele dar mucho mejores resultados.
Si lideras equipos nunca te olvides que en la diversidad está la riqueza y que, probablemente, quien más nervioso te pone, más valor te está aportando.
Habrá nuevas reflexiones e historias y anécdotas en las próximas semanas. Si quieres ser avisado sobre ellas, deja aquí tu correo y serás informado según se publiquen. A la vez, recibirás el libro digital 50 libros de negocio que merece la pena leer
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Es de vital importancia para el trabajo en equipo de emprendedores de la nueva generación del siglo 21.