Una de los frases más escuchadas en muchas empresas es “alguien debería hacer algo” o “hay que hacer …”, todo eso dicho en modo impersonal y esperando que alguien recoja el guante y actúe, expresado en modo deseo.

Lo peor es cuando estas frases vienen de las altas esferas de la compañía, ya que además luego se piensan que como lo han dicho debe de hacerse. Habitualmente nadie recoge el guante y si lo hace siempre serán los mismos –hasta que se cansan y dejan de hacerlo-, pero no vamos a hablar ahora de esto, si no de nosotros mismos, de la falsa esperanza de que el tiempo u otra persona arreglen nuestros problemas.

Los problemas no se arreglan solos, debemos ser nosotros quienes nos enfrentemos a ellos. Cuando tengamos un problema tenemos varias alternativas, pero la mejor desde luego es decir “tengo que hacer … “ y a continuación hacerlo, si nada haces, nada cambia (al menos a bien, la mayoría de las ocasiones)

Decíamos que tenemos varias alternativas ante un problema, estas son:

a)      Espero que otra persona solucione el mismo (“alguien tiene que hacer algo”)

b)      Espero que se solucione solo (“el tiempo todo lo cura”, jajajaja)

c)      Lo acepto y vivo con ello con resignación (me rindo y acepto lo inevitable)

d)      Lo acepto y vivo con ello con cabreo (no me rindo, pero no sé como afrontarlo)

e)      Hago lo que está en mi mano para resolverlo

Y tú, ¿en cuál de las cinco te sitúas más a menudo?.

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