Ayer hablábamos de la visualización positiva trabajando el “que pasa si lo consigo”, pero ¿que sucede si no lo consigo?. Obviamente no vamos a trabajar en la visión negativa, pero tampoco es cuestión de cerrar los ojos a la realidad y pensar que vamos a conseguir todo lo que intentemos

Te voy a confesar un secreto, las estadísticas dicen que cuando empiezas algo estás más cerca del fracaso que del éxito. Fallamos más que conseguimos y eso es así, por lo que, no es cuestión de ir por la vida pensando que todo nos va ir bien y sin un plan B. No señor, debemos tener plan B y a veces C, D y F.

Una cosa es trabajar sobre la ilusión y otra ser un iluso. Siempre que empiezo algo, que tomo un riesgo, me gusta calcularlo y para ello lo que me pregunto es “¿qué es lo que puede pasar si no lo consigo?”. La mayoría de las veces la respuesta es “nada” o “muy poco”, lo que me da fuerza para pasar a la visualización positiva del “que pasa si lo consigo”.

Si lo que puede pasar tiene cierta trascendencia, pensar en ello me permite anticiparme, pasar de ser reactivo a proactivo, desarrollar ese plan B,C ó D y decidir si realmente merece la pena intentarlo.

Y tú, ¿sigues el método latino de no planificar y reaccionar según van sucediendo o eres “cabeza cuadrada” alemán que tiene que tener todo perfectamente planificado antes de comenzar?. Debo confesar que yo voy caminando hacia el Norte, pero es que empecé muy, pero que muy al Sur.

Y por favor, consigue que la respuesta a “¿Qué pasa si no lo consigo?” no sea “nada”, es uno de lo motivadores más importantes.

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