Tenemos objetivos, los hemos definido de forma correcta (ver “cómo tienen que ser los objetivos”), pero no los alcanzamos, ¿a qué se puede deber?
Aquí tienes dos posibles tipos de fallos
Y tú, ¿por donde fallas, por acción o por omisión?
Como siempre te recomiendo, si no puedes hacerlo solo, déjate ayudar y recuerda “si nada haces, nada cambia”