Cuentan un chiste sobre un borracho que estaba de rodillas en el suelo de la calle como si buscara algo. Se le acercó una persona que le preguntó:
“¿Buscas algo? ¿Te puedo ayudar?”.
“Sí, busco las llaves de mi casa. Muchas gracias por tu ayuda”, le respondió
Estuvieron buscando un rato sin éxito y llegó un momento en que el ayudante preguntó:
“¿estás seguro de que las has perdido aquí?”
“No, creo que se me cayeron al salir de aquel bar” dijo, señalando un establecimiento cerrado en una zona oscura
“Entonces, ¿que hacemos buscándolas aquí?
“Es que aquí está la farola y allí no hay luz”, concluyó el borracho
Nosotros somos ese borracho que, en muchas ocasiones, buscamos las respuestas donde hay luz, no donde están. Buscamos en lo sencillo, no queremos realmente salir a la zona oscura, fuera de nuestra zona de comodidad, que es donde realmente están las respuestas y la motivación que necesitamos
Vemos claro el error del borracho y miramos hacia otro lado con el nuestro.
Planificamos basándonos en nuestro pasado en vez de imaginando un futuro diferente. Como en el pasado no lo conseguimos, asumimos que el futuro está condicionado por el pasado, No es así.
El futuro no se planifica desde lo conseguido en el pasado. El futuro se planifica desde lo que queremos que suceda en el mismo y descendemos hasta el presente para definir que es lo que tenemos que realizar para conseguir que lo que queremos que pase, suceda.
En vez de eso, buscamos las llaves debajo de la luz en vez de donde realmente pueden estar.
Dice Mario Alonso Puig en su libro Ahora yo
“Lo primero y fundamental es tener fe en nosotros mismos y en nuestras posibilidades. Lo segundo es crear, inventar un proyecto apasionante, y lo tercero es comprometernos firmemente en hacer de ese proyecto una realidad.”
No vamos a tener fe en nosotros mismos si miramos los errores en nuestro pasado. La tendremos si nos fijamos en lo que hicimos bien, que seguro que seguro que han sido muchísimas cosas. Pon el foco en tus logros, no en tus errores.
Crear un proyecto apasionante es mirar al futuro con ilusión, con ganas, con expectativas y buscar lo que realmente te motiva, te mueve a la acción. Aquello por lo que realmente estás dispuesto a salir de la zona iluminada y buscar en la zona oscura, aunque sea mucho más difícil. Deja volar tu imaginación. Algo que realmente te conmueva, algo por lo que sí vas a luchar. Apasiónate con tu proyecto. Ponlo por escrito y léelo varias veces al día durante 3 semanas. Cree en ello, visualízate en tu mente en cada una de esas lecturas con el objetivo conseguido. Disfruta del logro.
Vete ahora al futuro, piensa que camino has tenido que recorrer y comprométete a recorrerlo. Merece la pena. Busca donde no hay luz, ahí está el camino.
Decía Steve Jobs en su famoso discurso en la Universidad de Stanford que ahora entendía que todo lo que había conseguido sucedía por lo que hizo en el pasado. No se fijó en sus errores, sencillamente, los aprovechó. Había conseguido todo gracias a las decisiones del pasado, trazando líneas que las unían y aprovechando lo aprendido para construir un futuro diferente. Si no has visto ese discurso, te recomiendo que lo hagas. Son menos de 15 minutos, que realmente merecen la pena. Lo tienes al final del artículo.
La primera pregunta que tienes que hacerte es: ¿Tienes claro que es lo que quieres que suceda? ¿Cómo y donde quieres estar dentro de 5 años? ¿Que tienes que hacer para conseguirlo?
Olvídate de las anclas del pasado, piensa en tus aciertos. No digas es imposible. Di es difícil, pero claro que es posible y traza un plan realista. Busca la motivación en tu interior, en lo que realmente te hace vivir. Comprométete a realizar las acciones que están en tu plan y hazlas.
Si, por lo que fuera, no lo consigues, pide ayuda. Merece la pena
Y tú, ¿buscas tus llaves en la zona iluminada cuando se te cayeron en la oscura?
Habrá nuevas reflexiones en las próximas semanas. Si quieres ser avisado sobre ellas, deja aquí tu correo y serás informado según se publiquen. A la vez que recibirás el libro digital 50 libros de negocio que merece la pena leer
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“Connecting the dots”, así es como Steve Jobs se refiere a ello, lo que ocurre es que uno no es consciente de la utilidad de todos esos puntos inconexos de su pasado hasta el preciso instante en que cobran sentido en una idea. El momento crítico es ese en el que uno voluntariamente decide dejar de esperar a que esos puntos se conecten solos, y se enfoca proactivamente en hacer algo con todos ellos. No es fácil, no sé cómo se hace, supongo que se trata de darles vueltas una y otra vez, desde todas las perspectivas posibles; de no dejar de darles vueltas y hacer combinaciones posibles e imposibles , hasta que se van conformando en una idea. Estoy en ello, …….hace tiempo…..
Gracias por el post,
ARM
Gracias por el comentario Aurora. Desde mi punto de vista, cuando quieres conseguir algo debes de buscar aspectos del pasado que te sirvan para conseguirlo, ver qué es lo que sabes, qué es lo que has vivido que te sirva de experiencia para el nuevo reto con el que te enfrentas.
Todos tenemos una gran riqueza de vivencias que podemos poner en práctica para enfrentarnos a los restos actuales o de futuro. Tenemos que aprender de aquello que sucedió y de lo que ahora nos podemos aprovechar.
No esperes tanto, actúa y hazlo posible.
Un abrazo
Santiago Torre
El problema yo lo veo en la paralización que suponen para much@s(incluida yo) esos errores, que han generado un miedo que no nos deja ver la forma de conéctar esos puntos…. no es una tarea fácil bajo mi punto de vista.
Muchas gracias por el artículo
Yo lo que hago, Reveca, es fijarme más en los logros para motivarme, y analizar lo errores para crecer. Los errores no cumplen su función si lo que consiguen es paralizarte. Utiliza el error para aprender: transforma una circunstancia negativa en una oportunidad, en la oportunidad de aprender y extraer la lección inmersa en él. Con toda seguridad se te volverá a repetir un escenario parecido. Una vez que hayas interiorizado las consecuencias que se derivaron en el pasado de aquel error, y tu cerebro de reptil opte por una conducta diferente, habrás avanzado. Y si combinas todos esos BIG DATA de errores en tus decisiones, llegarás incluso a ser capaz de evitar exponerte a situaciones que te los puedan plantear (lo que se llama inteligencia predictiva) y estarás recortando el margen de error de tu proyecto, o lo que es lo mismo, multiplicando las posibilidades de éxito.