La vida sin acción no es vida, sino ilusión. Alguien que planifica pero no acaba ejecutando lo que realiza, lo único que está haciendo es soñar, vivir en un mundo de fantasía, mucho más propio de un niño que se un adulto. Si quieres resultados: actúa.
También existen muchas personas especializadas en comenzar muchas actividades y terminar muy poquitas. En este caso lo que obtenemos es sentimiento de culpabilidad y frustración. Hemos pasado de niño a adulto de baja autoconfianza y escasos resultados y con alto nivel de amargura.
Si quieres resultados: actúa y remata lo que comienzas (o asegúrate de que alguien lo hace por ti).
Una actuación adulta responsable consiste en planificar lo que hay que hacer, hacerlo y terminarlo.
Todos nos movemos en distintos momentos y diferentes ocasiones en todo los ámbitos, y tú,
¿Dónde estás con mayor frecuencia? ¿En el niño, en el adulto de baja auto confianza o en el adulto responsable?
¿Hay algo que te pueda ayudar a minimizar las dos primeras posiciones?
Habrá nuevas reflexiones en las próximas semanas, si quieres ser avisado sobre ellas, deja aquí tu correo y serás informado según se publiquen
[wysija_form id=”9″]