La motivación, la motivación, que tema más complejo en nuestra vida y en la de los nuestros. Si somos padres, seguro que en algún momento nos hemos preguntado cómo motivar a nuestros hijos, si lideramos equipos, a nuestros colaboradores, si somos profesores o monitores de tiempo libre, a nuestros alumnos, … seguramente en algún momento de tu vida te lo hayas planteado y seguramente, en algún momento hayas utilizado la táctica del palo y la zanahoria.
Iba a decir que desde que el tiempo es tiempo se utiliza, pero no, no es así, hasta hace no mucho, y cuando hablamos de personas, solo existía el palo, lo de la zanahoria es muy reciente. Hay que decir que si se utiliza, al principio funciona, pero llega un momento en que deja de hacerlo. Actualmente con la situación económica existente quien estuviera utilizando esta táctica se habrá quedado sin zanahorias y solo le quedará el palo (“o haces o tendremos que cerrar”)
¿y ahora que hace?. Lo que tenía que haber hecho al principio, buscar que sus colaboradores se motiven por principios propios y olvidarse del palo y la zanahoria y promover recompensas justas y equilibradas.
Tenemos que cambiar nuestras ideas básicas sobre la motivación, si queremos que los colaboradores (póngase aquí la palabra hijos, alumnos, compañeros, jugadores, deportistas, …) rindan de verdad, la motivación ha de ser interna; si queremos que rindan como asnos, tratémoslos como asnos y utilicemos el palo y la zanahoria. Tú eliges.
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