SINOPSIS

Decisiones, decisiones, decisiones. Nos enfrentamos a cientos de ellas todos los días, incluso miles. Pero ¿cómo podemos saber si estamos tomando las correctas?. En Decídete, Chip y Dan Heath abordan uno de los temas cruciales de nuestras vidas laborales y personales: cómo tomar mejores decisiones. Y es que la decisión correcta, en el momento oportuno, puede cambiarlo todo.

La investigación psicológica ha revelado que nuestras decisiones se distorsionan por sesgos e irracionalidades. Tenemos una confianza desmedida en nosotros mismos y buscamos información que nos respalde y restamos importancia a la que no lo hace. Las emociones a corto plazo nos distraen. Cuando elegimos, nuestros cerebros son nuestro peor enemigo. Lamentablemente, limitarse a ser consciente de estos defectos no soluciona el problema, de igual modo que saber que somos miopes no nos ayuda a ver. La verdadera pregunta es: ¿cómo podemos hacerlo mejor? ¿Cómo podemos tomar mejores decisiones más inteligentes?

En Decídete, los hermanos Heath presentan un proceso de cuatro pasos para contrarrestar estos sesgos. Escrito en un estilo cautivador e irresistiblemente ameno, Decídete lleva al lector a un viaje inolvidable a través de historias y anécdotas reales de personajes populares para ayudarnos a tomar mejores decisiones en nuestra vida tanto personal como profesional.

COMENTARIO PERSONAL

He leído –varias veces- Cambia el chip, de los mismos autores y, seguramente por eso, tenía unas altas expectativas sobre este libro, que no han sido satisfechas.

Reconozco que el libro es bueno, aunque para mi gusto le sobran 300 páginas. El planteamiento es notable y la documentación excelente. También es de lectura dinámica, pero tanta profusión de los argumentos hace que pierdas el foco en lo que quieren transmitir.

Hay conferencias a las que asistes que son brillantes, claras, concretas y concisas, que te transmiten de forma fácil los conceptos claves; sin embargo, otras sobre el mismo tema son mucho más sesudas, documentadas y conceptualmente mejores, pero te vas confuso. Esto último es lo que me ha pasado con este libro.

El origen del libro está en el cuestionamiento que se hacen los autores sobre la toma de decisiones. Así se preguntan cosas como “¿Cómo podemos tomar mejores decisiones más inteligentes?” “¿por qué pensamos que nos hemos equivocado en la toma de las mismas?” ¿Por qué pensamos que en nuestra organización no se toman las correctas?”

Hacen un análisis de todo ello y del modo en que tomamos las decisiones. Nos proponen un método para la toma de las mismas que van desarrollando –muy detalladamente, demasiado- a lo largo de todo el libro.

Comienzan explicando lo que ellos denominan los cuatro villanos de la toma de decisiones:
  1. Limitar el número de opciones que tenemos. La mayoría de las veces nos centramos en un sí o no (¿lo hago o no lo hago?) o una dualidad (¿hago esto o aquello?) en vez de intentar las dos (hago esto y aquello) o ver otras alternativas.
  2. El sesgo de confirmación. Mediante el mismo sobre prestamos atención a aquellos aspectos que confirman nuestras creencias y pasamos por alto los que las ponen en duda.
  3. Decidir por la emoción a corto plazo. Proponen tomar distancia. Un ejercicio –muy bueno- sobre cómo nos sentiríamos con las consecuencias de esta decisión en 10 minutos, 10 meses y 10 años.
  4. La confianza desmedida en nuestras predicciones, que habitualmente están mucho más equivocadas de lo que suponemos.

Nos proponen el método WRAP, acrónimo en inglés de:

  • Aumenta tus opciones
  • Contrasta tus suposiciones
  • Toma distancia antes de decidir
  • Prepárate para el error
Aumenta tus opciones

Siempre que tengas que tomar una decisión de sí o no o de una de una dualidad (esto o aquello), debes intentar ampliar esa visión y ver las posibles alternativas que existen. Nos presentan varios estudios que indican que cuando tomamos este tipo de decisiones, las mismas son equivocadas casi la mitad de las veces, pero que en el momento que ampliamos opciones, en vez de minimizar el acierto, como podría parecer, al tener más alternativas, lo mejoramos de manera muy notable.

Uno de los ejemplos con los que trabajan te propone imaginar si estás pensando sobre si comprar un video por 15 € o no (decisión de sí o no). Una alternativa es ampliar las opciones o tener las siguientes:

  1. Comprar el video
  2. No comprar el vídeo
  3. Guardar los 15 € para una compra futura
  4. Utilizar estos 15 € para (poner aquí lo que te apetezca)

Este tipo de ampliación de opciones te hace pensar en los costes de oportunidad (lo que dejas de ganar al tomar esa decisión de gastos o inversión), que suele ser clave en las decisiones empresariales y que debe ser tenido en cuenta, pero que no siempre es así

Otra técnica es eliminar las opciones. Plantear que ninguna de las propuestas vale y preguntarse “¿qué otra cosa puedo hacer?”. En este caso el ejemplo es sobre la decisión sobre si despedir a un empleado o no. Ejemplifican un caso en que al no poder realizarlo se buscaron alternativas para cambiar los puestos de trabajo y funciones de las mismas. Si hubiera sido posible y hubiera habido fondos seguramente nunca se hubiera trabajado en esa posibilidad.

Ampliar opciones es el modo correcto. Otro ejemplo. Una mujer no puede con su trabajo y su vida familiar.Llega muy estresada y no disfruta, se siente esclava. Se plantea dejar su trabajo. Como no puede permitírselo al final abre el abanico y se encuentra con:

  1. Dejar mi trabajo.
  2. Reducir mi jornada.
  3. Conseguir que mis hijos no sean tan pesados.
  4. Pedirle a mi marido que colabore más.
  5. Buscar un trabajo menos estresante.
  6. Encontrar un método de liberar tensión antes de llegar a casa.

De este modo ve las cosas mucho más claras y su decisión es, claramente, mejor.

Otra alternativa que plantean para aumentar las opciones es buscar a otros que hayan tenido antes este problema. Pregunta o investiga cómo lo afrontaron

Contrasta tus suposiciones

En vez de dar por bueno aspectos obvios, es bueno buscar abogados del diablo y pedirles que argumenten lo contrario. En las organizaciones se realiza lo opuesto: si alguien se opone, está mal visto, cuando realmente mejora muchísimo las probabilidades de hacer una buena elección. Es en este punto donde amplían el sesgo de confirmación (solo prestamos atención a aquello que confirma nuestra creencia).

Somos muy optimistas con los resultados de lo que vamos a emprender.Así casi nunca cumplimos los plazos de tareas complejas o lo obtenido es inferior a lo esperado. Los hermanos Heath nos dicen que estudiemos cuanto han tardado otros en realizarlo y, en función de ello, tomemos la decisión. Tenemos que objetivar los parámetros de nuestras decisiones. Ponen ejemplos de desarrollo de programas o incluso de decisiones sobre si someterse a un tratamiento médico o no y cómo basado en estos datos las probabilidades de acertar mejoran ostensiblemente.

Otra alternativa es tantear (realizar pequeños experimentos antes de una decisión final). Lo ponderan especialmente cuando no estamos seguros de si algo es lo nuestro o no. Por ejemplo, antes de decidir estudiar para farmacéutico, podrías trabajar dos meses en una oficina de farmacia o antes de decidir un cambio de residencia permanente, emprender uno temporal, etc.

Toma distancia antes de decidir

Esto es, toma distancia de la emoción del corto plazo. Nos indican que las decisiones basadas en la emoción del momento son peores que las que se basan en cómo afectará en el tiempo. Proponen la técnica del 10/10/10 (¿cómo nos afectará esta decisión dentro de 10 minutos, 10 meses y 10 años?)

La emoción del momento suele ser mala compañera para la toma de decisión. Además, nos mueve mucho más el miedo a perder que el deseo de ganar.

Otra buena técnica para esto es preguntarse “¿Qué le aconsejaría a mi mejor amigo si esto le sucediera?”. Curiosamente a otros les aconsejaríamos lo que nosotros no hacemos

También plantea como alternativa en el caso empresarial decirse “Supongamos que soy nuevo en este cargo y observo esta disyuntiva, ¿Qué haría?”. Es una forma de objetivar la decisión, de verla desde afuera.

Para tomar distancia debemos de tener claras nuestras prioridades y aferrarnos a ellas en caso de duda.

Prepárate para el error

Asume que te vas a equivocar –porque así será- y prepárate para ello.

Nos hablan de la herramienta del “sujeta libros”. No es más que crear unos parámetros entre los que se moverá el resultado, un suelo y un cielo: un máximo y un mínimo de lo que puede suceder y saber si podremos vivir con ello. Lo explican con las inversiones en bolsa

Ofrecen técnicas muy útiles para pensar en el futuro. Por ejemplo: “imagínate que estás dentro de 10 años y ha sucedido tal cosa, ¿puedes explicar el por qué ha pasado?”. Esto nos abre la mente a posibilidades que antes igual no contemplábamos.

Otra técnica es la del “cable trampa”, que nos indica movimiento. Nos ponen los ejemplos de Zappos y cómo en la formación inicial ofrecen un incentivo por dejar el trabajo o los M&M marrones que David Lee Rocht utilizaba de cebo para saber si se habían leído detalladamente las instrucciones de montaje del escenario en el que actuaría.

Este cable trampa nos sirve para saber cuándo movernos. Así podemos decir que no vamos a actuar hasta que: las acciones bajen un x%, la venta de cámaras digitales sobrepase x unidades, tal producto represente más del y% de nuestras ventas o menos de … etc.

La importancia de las fechas límite hace que nos movamos. Debemos de tenerlas siempre para tomar decisiones.

Si las decisiones se toman en grupo hay que asegurarse de que se sigue un proceso justo. De otra manera todas las partes quedarán descontentas.

La conclusión de los autores es que nuestras decisiones nunca serán perfectas. No evitaremos los errores al completo, pero siguiendo el proceso WRAP, sí que mejoraremos muchos las mismas.

En resumen, un buen libro del que aprenderás cosas y que te va ayudar a tomar decisiones o a que facilites a otros a que lo hagan, pero que hubiera sido extraordinario con 180 páginas en vez de con casi 500.

Iré publicando comentarios sobre libros de forma periódica. Si quieres que te informe cuando lo haga, puedes dejar tu correo electrónico  abajo y así lo haré. Además recibirás gratis mi libro con los resúmenes de 50 libros de negocios. Te ayudará a decidir si merece la pena leerlos o no. Así mismo, te servirá como consulta a la hora de preparar una charla o una presentación.

50 libros de negocios que merece la pena leer

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