Que gran sabiduría hay detrás de este concepto. Todos queremos trabajar en equipo, pero –y en contradicción- pretendemos que las cosas se hagan como a nosotros nos gusta o como nosotros pensamos.
Si queremos ser parte de un equipo, lo primero que tenemos que aceptar es a realizar cosas de modo diferente a como las haríamos solos, aceptar que el resultado el trabajo en equipo es siempre mejor que el trabajo de cada uno en individual –existen excepciones puntuales, pero en el cómputo global, no hay comparación-
Trabajar en equipo supone renuncias a situaciones y privilegios individuales, pero en contrapartida entramos en una dimensión superior que nos permitirá llegar mucho más lejos y sentirnos mucho más satisfechos; los triunfos colectivos satisfacen mucho más que los individuales y la fuerza de un equipo nada tiene que ver con la fuerza de la persona más fuerte del mundo.
Gracias al equipo muchas personas están pudiendo sobrellevar la situación actual. Su equipo se llama su familia. En sociedades más individualistas la situación es mucho más drástica cuando las cosas van mal.
Como dice el proverbio, si quieres llegar rápido, vete solo –allá tú-, pero si quieres llegar lejos y disfrutar de los éxitos, acepta que el equipo lo hace mejor que tú solo, renuncia a tu ego y hazlo en equipo, no te arrepentirás.
Preciosa “foto”, hace tiempo que la llevo como pantalla de bloqueo en mi móvil.
Verdaderamente bella Enrique … y muy cierta
Es una enseñanza muy preciosa debería de tomarla encuenta en todos los aspectos de mi vida y ser más triunfante, es bonito compartir la gloria. Se que en grupo se llega más lejos.
Gracias Julio